Ver un capítulo de Game of Thrones y no morir en el
intento. Personalmente es una tarea que me he dado a hacer gracias a las propagandas
que los canales como HBO (y ahora Cinemax se ha unido a la disputa del trono),
se han encargado de hacerle a esta serie que ha sido catalogada por ellos
mismos como “la mejor serie de televisión de todos los tiempos”.
No tuve la
oportunidad de seguir la serie cuando estaba en su apogeo porque no contaba con
la señal de HBO seguidamente, tampoco podía verla por Internet. Es que cuando
una serie tiende a llamar la atención de una cantidad importante de personas,
los que no la han visto sienten curiosidad por unirse a ese grupo, les guste o
no les guste la serie.
¿Quién
es enemigo de quién? ¿Quién lucha por el trono de dónde? ¿Con cuantas mujeres
se ha acostado fulano? Estas son algunas preguntas que me hago cuando sigo la
serie y trato en lo posible de adentrarme en ella para poder entenderla.
Lo admito: buen
vestuario, paisajes impresionantes, un diálogo entre personajes cautivador,
mujeres hermosas también. Pero más allá de la intriga de quién se quedará con
el trono, los millones de dólares que se gastaron en producir cada episodio y
las mujeres desnudas… qué más ofrece Game
of Thrones como entretenimiento?
José Castillo.
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