Desde hace muchos años
atrás, personas han considerado recurrir al aborto, como un simple proceso de
toma de decisión; el cual excluye el derecho de alguien más. Este acto no
debería realizarse, porque así como los padres tuvieron el derecho de realizar
su acto sexual, del mismo modo, el ser humano que crece en el vientre de la
madre, tiene el derecho a la vida.
El problema ha sido en gran parte, el individualismo y la carencia de Dios en los corazones de los hombres,
que ignorando el amor y la misericordia, prefieren quitarle la vida a
un pequeño en formación, en lugar de
darlo en adopción para que crezca y
viva con una familia que en verdad lo quiera.
Lo ilógico de todo esto, es
que las personas que niegan el
derecho a la vida de un ser humano, nacieron en algún momento; tal como ha
declarado el expresidente de los Estados
Unidos, Ronald Reagan: ‘’Me he dado
cuenta de que todos los que están a favor del aborto, ya nacieron’’. De este
modo, ¿cómo puede una persona
negarle el derecho de vida a alguien?
Proverbios 6:16-17:
"El Señor aborrece por completo las manos que derraman sangre
inocente"; por consiguiente, el
tema del aborto no es algo opcional, pues simplemente es un acto egoísta que le
causa daño a los hombres, y que hace que la persona que comete este acto, esté mal con
el dador de la vida, Dios.
Laura Malavé
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