Los profesores exigentes no son malos. No son personas creadas para torturar al
estudiante con el fin de conseguir un poco de diversión. Son personas que
siente el deber de educar lo mejor posible a la próxima generación de doctores,
maestros, o hasta el mismo presidente, para evitar situaciones como la nuestra
donde el presidente no se sabe ni los
estados del país el cual dirige, de seguro tuvo un profesor muy pana
donde le permitía copiar y pegar en todos sus trabajos.
Son personas que verán tus debilidades en vez de ignorarlas, te
ayudaran a superarlas, te va a costar ahora, de seguro sudas y lloras antes de
entrar a algunos de sus exámenes, pero es mejor llorar y sufrir ahora delante
de alguien que te puede ayudar a mejorar, que sufrir delante de un montón de
personas que solo van a señalar tus fallas.
En realidad, no aprendemos para nosotros mismos, aprendemos para
ayudar y servir a otros, y si recibimos calidad ofrecemos calidad. Muchas
personas mueren en manos de cirujanos que no tuvieron un profesor que le exigía
lo suficiente, hasta los propios profesores “pana” no tuvieron un profesor
exigente. El que ama corrige.
Romero, Maria J.
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